“Evitando la fatiga” 

Si, todo el mundo dice que el Yoga nos hace bien y quizá por eso hemos decidido tomar el curso para principiantes, para darle una oportunidad al Yoga, ¡y eso está muy bien!

¿Pero, le has pedido permiso a tu fuerza de voluntad?

¿Qué opina ella sobre todo esto?

Bueno, quizá te ha dado permiso para que asistas una vez por semana a la clase de Yoga, bien…
¿Y qué hay del resto de la semana? ¿Te deja practicar? ¿O logra convencerte de que hay cosas “más importantes” que hacer?
¿¿En serio?? ¿Qué puede haber más importante que tu propia salud y tu paz interior?

 

Podemos ver a la fuerza de voluntad como a un cachorro, que  al igual que cualquier otro, puede ser adiestrado.
Solo imagina que de verdad te haces de un cachorro, digmos un Husky Siberiano, ¡hermoso el perrito!, pero le consientes hacer todo, así que se come tus zapatos, destruye tu jardín, rompe los muebles y para colmo ¡no le gusta la comida que le das! ¿Estarías de acuerdo? ¿No intentarías de mostrarle el camino correcto? ¡Yo creo que sí!

 

Lo mismo pasa con nosotros, cuando nos da flojera, cuando inventamos excusas, cuando empezamos a postergarlas cosas.

Nuestro subconsciente está acostumbrado a hacer lo que se le antoja y a no permitirnos salir de nuestra forma de confort, así que cuando nos damos cuenta, ya nos duele la espalda, la rodilla, la cadera, o bien, no somos capaces de tomarnos 15 minutos al día para nosotros mismos, para hacer algo que dé un beneficio porque, primero: ¡qué flojera!; segundo: es más importante revisar las redes sociales; tercero: estoy tan cansado del trabajo que no tengo tiempo para recargar energía. Lo cual es un tanto contradictorio, porque si al hacer un par de asanas o unos ejercicios de respiración me siento mejor, con más energía, ¿cómo no podría tener tiempo para eso? Sería como decir que no le puedo poner gasolina al coche porque el tanque está casi vacío y prefiero esperar a que ya no tenga ni una gota de gasolina para llenar el tanque de nuevo…???

 

Sí, no es sencillo hacerse de nuevas costumbres, pero podemos entrenar a nuestro subconsciente, podemos mostrarle que no solo saldrá de la jaula llamada “zona de confort”, sino  que también, a través del Yoga, encontrará nuevos horizontes, encontrará su propio y verdadero Ser.

 

Así que al igual que en la vida real, empecemos por lo más sencillo, el jardín de niños y además de asistir a la clase en el estudio de yoga, hagamos la tarea y dediquémosle 15 minutos diarios a nuestras posturas de yoga, las asanas y a los ejercicios de respiración, el pranayama.

Hazte ese espacio, no vas a perder tiempo, vas a ganar algo mucho más preciado, vas a encontrarte contigo mismo, con tu verdadero Ser.

 

Hari Om, Tat Sat

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OM Shanti

Laura

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