Newsletter Mayo 2025 -El Yoga como Disciplina
Namast e Yogi,
En algunas ocasiones escuchamos comentarios acerca de lo retadora que ha sido tal o cual clase de Yoga, también acerca de las experiencias “extranas” que se viven durante la práctica de la meditación. Si bien es cierto que lo que para alguien una asana o una vinyasa pueda ser sencilla, cómoda y relajante, para otro será todo lo contrario. Durante la práctica de la meditación sucede lo mismo, habrá meditaciones que te hagan volar por las nubes y otras que te mostraran los puntos sobre los que tienes que trabajar mentalmente.
Pero paremos un instante para recordar el significado de la palabra Yoga. Esta palabra significa unidad. Cuando practicamos Yoga, reunificamos, o mejor dicho, fortalecemos la conección ya existente entre cuerpo, mente y alma; esto no es una cosa baladí, en ningún lado está escrito que sea algo sencillo, que con un par de asanas o meditaciones basta, no, no es así.
Veamos este mismo concepto con otro ejemplo. Cuando los ninios asisten por primera vez a la escuela, habrá aquellos a los que se les facilite el estudio mas que a otros, pero independientemente de ello, en cierto momento llegará un punto en que todos ellos tendrán que poner un esfuerzo determinado para poder concluir su educación, tendrán que aprender a ser disciplinados y constantes para no solamente concluir con la primaria, sino con su formacion laboral. Estamos de acuerdo?
Ahora bien, con el Yoga y sus ramas es igual, habrá a quienes se le facilite y habrá a quien no, pero todos nos topamos en un cierto punto en el que descubrimos que hay que poner un esfuerzo extra si realmente deseamos avanzar, ya sea en las asanas, en la meditación o en cualquiera otra de las ramas del Yoga.
En la actualidad, el Yoga ha adquirido un aire extremo de sutileza generalizada, un aire de remedio mágico, un aire de terapia sin esfuerzo para todo mal… la imagen acutal del Yoga, es algo realmente confusa porque de cierto modo ha perdirdo un poco la escencia de la disciplina que la forja y cuando llega el momento en el que el practicante descubre que el Yoga no es solo savasana o una meditacion sencilla, se asusta porque “no es lo que esperaba”, porque resulta que hay que hacer un esfuerzo para alcanzar tal o cual meta o idea preformada.
Si recuerdas, dentro de los Niyamas, las práctias y normas que debe tener un Yogi hacia sí mismo, que describe el sabio Patanjali, se encuentran los Tapas – la autodisciplina (podrás recordar leyendo el artículo en nuestro blog). Sí, auto-disciplina… Disciplina es la palabra clave en el Yoga al igual que en otras tradiciones como el Karate, el Judo, el Tae Kwon Do y hasta el mismo Tai Chi. Si bien estas otras disciplinas, se enfocan en preparar el cuerpo para la batalla, el transfondo es también preparar la mente para ello. En el Yoga no nos preparamos para la batalla contra algún enemigo externo, nos preparamos para enfrentarnos con nosotros mismos.
Quedarse en la zona de confort, dentro del área conocida es mas “seguro” que explorar los propios límites del cuerpo, quearse en la zona de confort, es más “cómodo” que afrontar los “berrinches” de la mente durante la meditación que provocan incomodidad física y emocional, quedarse en la zona de confort es mas “sencillo” que atreverse a ver dentro de sí mismo y tener el valor de cambiar lo que se puede cambiar y de aceptar aquello que no se puede.
El Yoga, es una disciplina que se va haciendo propia con el tiempo. Comienza como algo externo, algo que se practica porque el maestro o maestra de Yoga así lo indica, mas cuando el deseo del practicante por el autoconocimiento crece, por sí mismo encontrará la manera de asistir mas seguido a clase, de tal manera que el Yoga se volverá una autodisciplina, es decir, podrá ver claramente el beneficio de la acción y la motivación para la práctica de asana, meditación y estudio será interna, vendrá de él mismo, la práctica del Yoga se vuelve una autodisciplina.
Bueno, y entonces para qué la maestra o el maestro? Los maestros de Yoga, ya llevan un largo trecho recorrido y están ahí para con experiencia y conocimiento guiar al asipirante, para acompaniarlo durante el proceso de autodescubrimiento, para despejar las dudas, para quitar la confusión de la mente, para senialar los puntos por mejorar, los puntos por fortalecer, los puntos, costumbres o pensamientos por eliminar, para mostrar como y con que se llenan los espacios vacios cuando por fin se van los pensamientos o costumbres obsoletas, daninas, autodestructivas. Es un trabajo en equipo, pero el asipirante, el practicante debe estar abierto para ello, debe primero saber apreciar el beneficio de la acción para poder exponerse ante si mismo y dar paso al maravilloso mundo del autoconocimiento acompaniado de su maestro.
Sí, el Yoga es una disciplina interna, que muchas veces te mostrará aquello que te asusta, aquello que te detiene, aquello que no quieres soltar, aquello que no quieres cambiar, aquello que ni siquiera sabias que siquiera existia, todo aquello que se te presenta en ocasiones disfrazado del perro puerco, por llamarlo de alguna manera…
Yo deseo que todos los practicantes de Yoga puedan encontrar ese valor interno, que descubran el beneficio de la acción, que puedan abrirse paso, cada quien a su propio ritmo, dentro de la tradicion del Yoga, que tiene tantas cosas maravillosas por ofrecer.
Con carino,
Laura.
OM Shanti.
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